A través del diagnóstico, un equipo profesional y multidisciplinar es capaz de hacer que los bebés que nazcan no porten enfermedades genéticas. Los avances en genética han permitido el desarrollo de los diagnósticos genéticos preimplatacionales o test genéticos preimplatacionales, que permiten obtener embriones sanos, y evitar enfermedades que hasta el momento no tienen tratamiento.
“Es un proceso largo y hecho a medida. Es muy complejo y requiere mucho esfuerzo para adaptarlo a la familia”, explica a Consalud.es la dra. Carmen Ayuso, representante de la AEGH ante la Comisión de Reproducción Humana Asistida.
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